miércoles, 27 de noviembre de 2024

Educadoras/es por vocación



"Allí donde se cruzan tus talentos 
y las necesidades del mundo, está tu vocación".
 Aristóteles.


Hace algún tiempo puse en juego nuevas formas de interacción con colegas a través de encuestas sobre temas inherentes al desarrollo de nuestra tarea y profesión. Al respecto, una charla muy interesante de Segundo Moyano sobre la profesionalización de las/los educadores sociales me sirvió de inspiración para aproximarme un poco más a la motivación que nos impulsa a optar por esta carrera, a la información que a priori se maneja sobre ella y en que instituciones, programas, proyectos nos visualizamos desarrollandola.

Por supuesto que este sondeo no tiene un carácter científico y solo pretende compartir la riqueza cualitativa de las respuestas.

Algo que suele evidenciarse casi por unanimidad para muchos colegas es que la educacion social esta atravesada por una veta vocacional. Ser educador/a social conlleva con un fuerte componente vocacional, lo cual por definición remite a una inclinación de carácter natural, un deseo, tendencia, llamado o impulso hacia determinadas acciones o en este caso profesión, que por sobre todas las cosas se sensibiliza con la realidad del otro, que empatiza con una poblaciòn objetivo especifica, como por ejemplo los adolescentes, o con la posibilidad de trabajar con todas y con el componente humano, reflejado en poder enriquecerse a travès del intercambio con otras personas y contribuir a transformar la o algunas realidades.

En esta direcciòn algunas respuestas ante la pregunta ¿Que te motivo a estudiar o estar estudiando esta carrera? fueron las siguientes: "Escuchar y ayudar a los chicos", "El poder formarme y trabajar con muchas personas conociendo diferentes formas de pensar y vivir","La necesidad personal de hacer algo para cambiar la realidad de otros y la personal", "Que se tratase de una profesión de ayuda y acompañamiento", "Me gustan las carreras humanas que contectan con las personas " Trabajar cara a cara con la gente en diferentes territorios", "El compromiso por transformar injusticias sociales, la necesidad de tener un trabajo que me guste y el gusto por la educación: tanto aprender como enseñar" ,"Pensar la educación como un acto esencialmente social, darme la oportunidad de contribuir desde este lugar a transformar la realidad", "Poder trabajar con varias franjas etarias y en varios proyectos, tener movilidad".

Otra de las motivaciones es la percepciòn de que es una profesión que te permite trabajar en educación pero de manera transversal. canalizando el interés por ayudar a otros en una intervenciòn profesional. Las materias que conforman la curricula, el presentarse como una carrera relativamente nueva, fresca y el abanico de posiblidades que ofrece, suelen ser puntos a favor al momento de considerarla.

El contacto e intercambio con otros educadores y educadoras sociales con los que coexisten en diferentes espacios del quehacer educativo, es un medio directo para descubrir la existencia y posiblidades de esta profesiòn. Al respecto casi la totalidad de las y los encuestados responden haber manejado muy poca informaciòn de la carrera o directamente desconocerla, al tiempo que algunos no tenian claridad de cuales aspectos la diferenciaban de otras como el Trabajo social.

Otro de los puntos en el cuestionario aludía a interpelarnos acerca de ese diferencial que autopercibimos nos distingue de otras profesiones y entre las respuestas surgió el poder trabajar desde lo social y especialmente desde lo cultural, el guiar y acompañar al sujeto en aspectos de su vida cotidiana y hacer de ello un acto educativo. Los contenidos que hacen al trabajo directo con la población, el realizar propuestas educativas contextualizadas, creativas y particularizadas, nuestro campo laboral amplio, el trabajar con población de todas las edades, el paradigma desde el cual nos ubicamos para poder entender el entorno que nos rodea, entre otros.

Ante la pregunta ¿Cuales son a tu entender los mayores obstáculos o desafíos como educadores sociales ? surgen muchas respuestas interesantes que exponen con criticidad diferentes aristas, entre ellas, el peso de lo institucional, la convivencia e intercambio con otros colegas y profesiones, la oferta laboral y la tarea asignada, el reconocimiento profesional, el intrusismo: "La Institución propiamente dicha y la carga social por parte de la sociedad en este deber/ser que nos impone constantemente. Etiquetando y buscar a los que sigan el modelo, y los que no, quedan por fuera", "La competencia o tal vez la disposición del sujeto frente al educador a la hora de trabajar". "Las instituciones y sus mandatos, y desafio seguir pensando nuestras practicas, no quedarnos en la quietud comoda sino repensarnos continuamente solos y con otros", "La falta de sectores para el ingreso laboral en el interior; capaz se da por la ansiedad de comenzar a trabajar en lo que elegí como mi profesión. Pero es una realidad que esperemos comience a cambiar", "Pocos llamados para trabajar en determinados lugares como Mides, Anep", "La falta de reconocimiento público-estatal como profesionales. La contextualización del trabajo en una sociedad expulsiva-capitalista". "El hecho de que no todos/as ejercen el rol de manera de entender a la educación como praxis: donde se pone en juego la teoría, práctica y reflexion constantes, para perfeccionar la forma de trabajo y ser mejores profesionales", "El reconocimiento como tales""Las relaciones con otras profesiones por las diferentes opiniones desde nuestra formación, y también porque es nueva"
"En el interior los pocos puestos laborales y el desprestigio que muestran algunos otros profesionales hacia esta profesión""Encontrar un trabajo donde el encargo institucional coincida con el rol del educador social".


Sin duda son muchos los disparadores que nos invitan y desafian a seguir profundizando en una profesiòn que aunque relativamente nueva aún, ha tenido un interesante recorrido y ha sabido realizar valiosos aportes al campo educativo social despertando el interes de muchos estudiantes que se inclinan a elegirla cada vez más, incrementando con ello sus posibilidades de proyecciòn y crecimiento.

Nos parece interesante sumar algunos datos que emergen de la publicaciòn. "Componer saberes en la práctica educativa:investigar, sistematizar, narrar". 1 Para el año 2022 eran 875 los educadores sociales titulados en Uruguay, 685 bajo el marco de INAU para quienes existiò una convalidación en su momento, del titulo y 189 bajo el órbita de ANEP. 

El 95 % de los educadores y las educadoras sociales trabajan en el campo educativo y 9 de cada 10 lo hacen en el marco de políticas públicas, siendo INAU, MIDES Y ANEP los principales contratantes. 

En cuanto a género esta profesiòn como otras, no esta exenta de la desigualdad existente en la distribuciòn de educadoras sociales mujeres en ciertas áreas, ya que los puestos relacionados a la investigaciòn y a los cargos de dirección y coordinación dentro de las políticas públicas son ocupados mayormente por educadores sociales varones. En cuanto a la distribución de acuerdo a la población objetivo, hay más mujeres en atención directa de niños y niñas y educadores sociales varones trabajando con adolescentes y personas adultas.


1- Componer saberes en la práctica educativa: investigar, sistematizar y narrar, Lbro publicado en la colección Cuadernos de Educación Social II. Escrito por los educadores sociales Diego Silva Balerio, Paola Pastore y Hernán Lahore

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